El 2 de febrero se celebra la festividad de La Candelaria, La Chandeleur en francés, si bien en el país vecino se conoce popularmente como el Día de la crêpe. Es tradición que familias y grupos de amigos se reúnan ese día en sus casas para cocinar crêpes.
Y para que los comensales tengan suerte todo el año, la tradición también manda que se cocinen las crepes sujetando en una mano una moneda de oro. Mientras tanto, con la otra mano se maneja la sartén y se voltea la crêpe en el aire, intentando claro está que vuelva a caer entera en la sartén.
La tradición francesa de comer crêpes el Día de la Candelaria, festividad religiosa, se remonta varios siglos atrás, cuando los campesinos pensaban que de esa manera se aseguraban una buena cosecha de trigo para el año siguiente.